Varias veces les hablamos del artista francés JR, quien siempre sorprende con sus originales instalaciones. En el último mes, lo vimos involucrarse con la problemática migratoria entre los Estados Unidos y México, primero con la enorme imagen de Kikito, un chiquito de tecate que mira a través del muro que lo divide de San Diego, y luego con un enorme picnic uniendo a ambas naciones. Pero ya lo habíamos visto “haciendo desaparecer” la pirámide del Louvre, y en Río de Janeiro expuso su arte en edificios en el marco de los Juegos Olímpicos del año pasado. Pero hace una década, Jr ya eligió la ciudad carioca como escenario para una instalación artística.
Para rendir homenaje a quienes desempeñan un papel esencial en la sociedad pero que son las principales víctimas de la guerra, el crimen, la violación y el fanatismo político o religioso, JR pegó enormes fotos de los rostros y los ojos de las mujeres locales en todas partes de la favela dándole una mirada femenina a la colina y a todo el humilde barrio.
“Es un proyecto hecho ladrillo a ladrillo, como la propia favela. Tuvimos que adaptarnos a este mundo donde los techos de las casas están hechos de plástico y los revólveres para niños están hechos de acero. Logramos sobrevivir a pesar de las calles empinadas, las casas inestables, los cables eléctricos impredecibles y los intercambios de disparos donde las balas a veces atraviesan varias casas a la vez “, afirmó JR, quien además citó a un adolescente del vecindario: “Con una bala, tocas a un hombre, con una foto, puedes tocar un centenar”