Los miembros de Netflix de todo el mundo están creando sus propias reglas en cuanto televisión se refiere. En lugar de ver un episodio por semana, prefieren hacer maratones de series y, en promedio, esto significa terminar una temporada por semana. De todos modos, si bien los maratones ya son normales, no todas las series se disfrutan de la misma manera. Ahora Netflix presenta el “Índice de Maratones” para revelar qué series son devoradas y cuáles son saboreadas.
Netflix analizó los patrones de consumo de televisión a nivel mundial* de más de 100 series serializadas en más de 190 países y descubrió que los miembros que se concentran en terminar una temporada ven dos horas por día hasta finalizar la temporada. Al clasificar las series en relación a este dato, aparecen patrones interesantes; por ejemplo, que las narrativas llenas de acción se devoran mientras que los dramas inteligentes se saborean.
Series como Sense8, Orphan Black** y The 100 son atrapantes, asaltan los sentidos y, como muestra el Índice de Maratones, resulta dificil dejarlas. Los elementos clásicos de terror y suspenso apuntan directo al estómago, por lo que series como The Walking Dead, American Horror Story y The Fall también tienden a ser devoradas, al igual que las comedias dramáticas como Orange Is the New Black, Nurse Jackie y Grace & Frankie, que nos llenan de intriga y nos obligan a repetir “solo un episodio más”.
No es una sorpresa que tramas complejas como las de House of Cards y Bloodline se disfruten más despacio, ni tampoco que se dedique más tiempo a apreciar los dramas ambientados en épocas remotas, como Peaky Blinders y Mad Men. Aunque sea menos evidente, ocurre lo mismo con comedias irreverentes como BoJack Horseman, Love y Unbreakable Kimmy Schmidt, donde el humor surge de la crítica social y los personajes con defectos.
“Como muestra el Índice de Maratones, la forma de ver las series va de un extremo al otro, de la emotividad a la inteligencia”, dice Cindy Holland, vicepresidenta de contenidos originales de Netflix. “Netflix te da la libertad de elegir cuándo y cómo hacer los maratones no importa tu estado de ánimo o la ocasión, y además te permite controlar el ritmo: ya sea para apreciar el drama de Bloodline o devorar Orange Is the New Black”.